domingo, 23 de febrero de 2014

Si...No...

Hay cosas que no pueden decirse, y es cierto.
Pero eso que no puede decirse,
es lo que se tiene que escribir.

MARÍA ZAMBRANO




Tenia sed... era una sed que no me conocía,
 Taladrante, sencilla y machacona.
No había fuego con que acallarla,
No existía humedad para ahogar la palabra sempiterna y melódica no-si... si-no... no-si...
Como una letanía obscurantista de alguna religión olvidada.
Y yo tenia sed, y no era yo... y no era nada, y no venia nadie...
La luz cegadora y a la vez vestida con aquella niebla espesa delicada elegante...
Conciencia de peligro, acero para taladrar los pocos vestigios de cordura...
Giro, giro de sombra interminable...
Palacio de Malaquita. Erase un Rey...
Las Princesas ya solo salen de noche, y no tienen trenzas.
Voy a tirarme de la almena más alta del Castillo,
Mas tarde cumplido ya el destino se escribirá en un códice,
Siempre tenia el corazón abierto en ambas manos...

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