jueves, 27 de agosto de 2015

Hoy voy a llorar ,voy a llorar hasta vaciarme. Hasta sentir las cuerdas del alma secas y tirantes, tensas anhelantes... chirriando como las cuerdas de un violín a punto de entrar en combate. Así...así voy a llorar. Y en ese desconsuelo me iré despidiendo de lo que quise y lo que no pude y lo que nunca sera.
De los utópicos ya veremos y de esos tristes y tan fácilmente posibles " no existe" de todo eso...y de aquellos atardeceres de 10 de la mañana que nos precipitaban al ocaso para todo el día. Diré adiós a las llamadas sin respuesta, y a las flores que nunca llegaron al jarrón de la salita. También me despediré del calor indescriptible que me subía desde los tobillos hasta el centro de la garganta para convertirse en un arrullo malva y miel.
De ese también me despido. Con pena y sin gloria ninguna ,con rabia una rabia sorda y ahogada por la reconvención civilizada del 

"ya te lo dije". Lloraré sin cauce ni pauta deshaciendo en llanto todas las pequeñeces que hacen grande el amor. Los "te quiero yo mas" los "cuelga tu primero". Así llorare,como si hubiese sido yo la que hubiese inventado el llanto. Solo se puede conjurar al dolor del olvido llorando de esa forma.
Quiero llorar ,llorar y no parar hasta no ser mas ser mas que agua salada, un charquito de agua salada en el que alguna vez y en sueños navegues buscando la isla a la que nunca pusimos nombre...