domingo, 1 de marzo de 2015
La felicidad siempre estaba mucho
más allá, en ese más allá ilocalizable adonde precisamente ponen proa
los ojos de todas las mujeres del mundo cuando miran por una ventana y
la convierten en punto de embarque, en andén, en alfombra mágica desde
donde se hacen invisibles para fugarse. Nadie puede enjaular los ojos de
una mujer que se acerca a una ventana, ni prohibirles que surquen el
mundo hasta confines ignotos....La felicidad se gestaba en el vientre
naciendo cada noche,la felicidad se escurría y el mar complice de todos
los amantes la llevaba a tu playa,la felicidad en cada amanecer levanta
vuelo hacia un reino inconcreto del que sólo se sabe que está lejos...
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