Sigo
aquí niño azul, solo que estoy suspendida por la vida, que empuja,
enmudece, se retracta de sus promesas de difusa felicidad, nos
engatusa, nos conmueve, nos delata a la desdicha y esta nos atrapa en
plena calle, y es allí donde secuestra nuestro corazón y lo reduce a un conjunto
inanimado de latidos artificiales. Pero sigo aquí y sigo pensando en
ti, en tu vida (preciosa aunque a veces te parezca lo contrario) en tu
"motivo de vida" para vivir, en tu deseo mudo de esa ilusión que un día
creíste tener, y sé, lo sé pequeño que lo conseguirás, con el tiempo lo
conseguirás, porque a pesar de todo la vida empuja, y nos arrastra y
esa marea no es solo hacia las orillas de nuestra playa interior,
también es hacia los mares profundos de los demás.
Con todo mi cariño
Frivolina
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